Giro hacia mi calle,recorro 200m mientras me quito el velcro de las zapatillas y saco los pies de las mismas,levanto la pierna derecha por encima del sillín nivelando el peso del cuerpo sobre la bici,freno un poco al llegar a la puerta de casa y salto poniendo mis pies descalzos sobre el asfalto.Entro en casa,pongo el Garmín sobre su cuna y espero a que el ordenador reciba los datos de la sesión,mientras, yo ya he recuperado el aliento y mi pulso es normal.
El Garmín emite un pitido al acabar y miro la pantalla del ordenador;15 km de calentamiento(aire de cara),26,5 km/h de media.20km ritmo medio,31,3 km/h y 15km ritmo alto 34 km/h.Total,50 km 30,5 km/h de media.
Hace unos 15 años empecé en esto del ciclismo por motivos totalmente diferentes y que no vienen al caso.Siempre iba acompañado de mi tio,saliamos por las tardes cuando el salia de trabajar,a las 20:00,siempre en verano,ibamos hasta wamba y volviamos.Siempre el mismo recorrido.Los domingos haciamos tirada larga o el sábado nos llevaba mi padre a hacer puertos.Era increible ir en la bici y tener a mi padre de avituallamiento,coche de asistencia,ropa,...el disfrutaba yendo con nosotros y nosotros agradecidos.
Subimos Navacerrada,Morcuera,Navafria,...nos atrevimos con el Pajares.Despues de un sábado de puertos,subia la cuesta de wamba con plato grande,era impresionante las piernas que tenia,fuerza,velocidad...Era la época de Induarain y yo disfrutaba mucho pensando que algún día podia ser como él.Pero pronto dejé de salir en bici,alguna escapada esporádica que pronto se acabó.Yo seguia viendolo en la televisión,me llamaba la atención,pero en ningún momento pensaba en volver a practicarlo.Regalé y todo mi bicicleta a un amigo pensando que él la daria algún uso;que luego no fue así.
Así estuve hasta el 2007,que decidí hacer el duatlón de promoción del pinar.No sabia si me iba a volver a enganchar asi que en vez de comprarme una bici,Toñin,amigo y exciclista del Banesto,me dejo la suya de montaña un mes antes de la prueba.Despues de 15 años,volvia a subirme a una bici.La sensación del aire en la cara,la velocidad que alcanzas con el simple esfuerzo muscular,...y los miles de recuerdos, hicieron de aquel momento inolvidable.Pronto me hice con una bici de montaña y más tarde con una de carretera.Empecé a salir más,casi siempre sólo pero no era como yo lo recordaba.
Ya no subia como antes,no podia levantarme de la bici como antes para subir una cuesta,me dolian las piernas,era un dolor insoportable en el cuadriceps,en los duatlones llegaba el segmento ciclista y me pasaba todo el mundo,mientras yo lo daba todo y me retorcia de dolor encima de la bici el resto me pasaba con facilidad,como si nada.Las cuestas habian pasado de ser mi punto fuerte a ser un calvario de sufrimiento,trataba de esquivarlas en mis entrenos.Habia perdido mis piernas.
En más de una ocasión no salia con el equipo a entrenar por miedo a quedarme tirado,porque no conseguia seguirles ni en el llano.Recuerdo alguna vez que tuve que llamar a Esme para que me fuera a buscar porque tenia un pajarón que no podía dar ni una pedalada más.Habia pasado de amar mi bicicleta a odiarla con todas mis fuerzas.La que habia sido hacía años mi complice,mi compañera de entrenos,de alegrias,se habia convertido en mi enemiga.
En ningún momento se me paso por la cabeza rendirme porque cuando salía en plan "dar una vuelta"disfrutaba como un enano.Pero tenia una espina clavada.
Seguí entrenando,sumando kilómetros,mentalizándome de que tenia que acabar los entrenos,vencer a la pereza antes de salir de casa,...Empecé a entrenar otra vez con Rey,cumplía mis entrenos a raja-tabla,empezó a meterme subidas,series de 1km,en subida.La subida de Portillo se hizo mi aliada,calentaba 20 km hasta allí y para arriba.Un día,otro día,una subida,otra...llegaba a lo alto de Portillo desde el arrabal extenuado y para abajo otra vez,hasta la gasolinera recuperando.Allí volví a subir como lo hacia antes,allí fue donde me levanté de la bici y la moví de un lado a otro como si no me costara,como hacía años lo solía hacer.En alguna ocasión me dieron ganas de levantar los brazos cuando, al llegar arriba, la gente desde sus ventanas me animaban.Allí me reconcilié con mi bici,allí encontré mis piernas.
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