miércoles, 22 de junio de 2011

ENTRENAMIENTOS TRIATHLÓN

Suena el despertador,8 de la mañana,te levantas con el corazón aun dormido y a sabiendas de que apenas descansé 7 horas.La jornada laboral el día anterior me dejó bastante tocado pero estoy mentalizado para hacer el entrenamiento que me he propuesto.Un fuerte desayuno,con mi zumo de naranja,complejo vitamínico,un tazón de cereales integrales,algo de fruta y para acabar de despabilarme,un café bien cargado.Pero me encuentro bastante cansado y aún no me he desperezado del sueño.
En mi cabeza empiezan a aparecer los primeros signos de debilidad en forma de preguntas:"¿Qué hago a estas horas?,¿y si lo dejo para mañana?..."Pero pronto venzo al tedio mientras me mojo la cara con agua fría para despertarme del todo.Lo peor a pasado pero aun tengo que cambiarme de ropa,preparar los bidones,el pulsómetro,...y hasta que no esté montado en la bici sé que no estaré a salvo.
Me visto lo más rápido posible,me abrocho el maillot,mientras trato de visualizar el entrenamiento,aunque le tengo memorizado en el garmin,pero me gusta saber lo que voy a hacer.Finalmente me monto en la bici,me acomodo en el sillín,sabiendo que estaré sentado unas 2 horas y media en el,y que cualquier mala postura me puede hacer pasarlo mal.
Doy la primera pedalada,a la vez que encajo la cala en el pedal.A medida que gano velocidad,el aire hace que sienta frío,la piel se me pone de gallina.Llego a la salida de la urbanización,miro como siempre,los banderines rasgados de tela que están colgados de unos mástiles muy altos y que me sirven para averiguar hacia donde sopla el aire.Si sopla hacia Tudela,tomo la dirección contraria,hacia Aldeamayor,si por el contrario sopla hacia Aldeamayor,tomo el camino hacía Tudela.
El calentamiento es uno de los momentos clave del entrenamiento,ritmo bajo,acomodándome en el sillín,en el manillar,plato pequeño,mucha cadencia,voy helado de frio si es por la mañana pronto,las sensaciones son malísimas,el corazón está como aletargado,me sofoco al mínimo repecho que haya,...lo bueno que empieza a sonar la música por los auriculares que llevo en mis oidos y me siento relajado,libre.En definitiva,un ir y venir de sensaciones contradictorias,unas te animan a seguir pedaleando y otras por el contrario te animan a volverte para casa.
Poco a poco voy aumentando el ritmo,empiezo a sentirme mejor,las piernas empiezan a ir,el corazón bombea con fuerza,pronto empiezan las primeras series que afrontas sin pensar en el cansancio de después,sin pensar en que cuando acabes, no tendrás ganas de ponerte a limpiar en casa,de hacer la comida,de irte a trabajar toda la tarde,son cosas que en esos momentos han dejado de existir para ti.Ahora lo único que importa es el trozo de asfalto que veo por delante de mi bici,las pulsaciones que veo en la pantalla de mi garmin y la música que llevo casi siempre conmigo.
Acaba el entrenamiento,llego a casa eufórico,las últimas series me dejaron un buen sabor de boca.Cuando mejor me encontraba se acabó.En mi canción favorita,cuando más me empujaba el aire,cuando más seguro estaba de lo que estaba haciendo,sin buscar excusas,cuando no necesitaba pensar en ningún motivo para hacerlo,sabia que estaba disfrutando y eso me valía,era suficiente para compensar el madrugón que me había pegado.Podía haberme dejado vencer por la pereza,pero me hubiera perdido esto,como mucha gente que se quedó en la cama y se lo perdió.Podia llevar una vida más cómoda,sin falta de tiempo,de sueño,de descanso.Conociendo a los supervivientes,a los grandes hermanos que me salvarian deluxe.Pero he decidido vivir gastando mi tiempo así,sufriendo,por que esto me hace feliz,esto me hace cada vez más fuerte,más libre,porque lo he elegido yo.Nadie me lo ha impuesto.
Una vez dentro de casa,vuelvo a la realidad,tareas del hogar,trabajo...obligaciones que hace uno cansado pero contento porque yo hoy ya me sentí bien,porque otra día más mereció la pena.

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